De camping con mis amigos | swingerfun

Llegamos a nuestro primer lugar y montamos las tiendas, estuvimos tomando unas copas hablando hasta tarde , después nos acoplamos y nos echamos a dormir.

En mitad de la noche desperté, y pude oír como Alfredo abría la cremallera de su sacó de dormir a la vez que Marianna lo hacía también, se acercaron y comenzaron a besarse y también a acariciarse, y con ganas por cómo se movía el saco.

 

Cuando me acostumbré a la oscuridad... pude ver mejor lo que hacían, vi como Marianna cogía a Alfredo y succionaba su lengua, al tiempo que amasaba su miembro por debajo del saco. Me puse muy nerviosa y cachonda, mientras observaba sin perder detalle, mis ganas sexuales se hicieron presentes con mucha intensidad, me acaricie las tetas suavemente, insistiendo en los pezones que endurecieron rápidamente.

Era evidente por los gemidos de ella, que él estaba metiéndole los dedos en el coño, mientras ella jugaba con su polla....

Enseguida el la abrazo por detrás, le agarraba las tetas y ella empujaba su culo hacia la polla de él, mientras suspiraba suavemente...

Yo estaba excitada, me toque y me di cuenta que estaba increíblemente mojada...muy cachonda, fue cuando lo noté a el..se acercó y me abrazo por la cintura, al tiempo que sentía su miembro entre mis nalgas... Me mordía la oreja suave ..y me acariciaba el chochito...cómo yo lo estaba haciendo antes.... Su polla se humedeció con mis jugos..

Se incorporó, me agarró las nalgas y me dijo que me acomodara...

Sentía su polla en la entrada de mi coño... Empujó su dura estaca logrando entrar hasta el fondo de mi rugiente útero, follándome deliciosamente, buenísimo y cortísimo...

Vi como se destaparon, se desnudaron por completo el se costo y ella comenzó a lamerle la polla y los huevos de forma magistral, era increíble poder observarlos.. Él la cogió por la cabeza y empezó a follársela literalmente por la boca, ella gozaba...y yo también... Me tocaba el clítoris cada vez más, intentando disimular, estaba totalmente mojada y mis dedos se desplazaban en los pliegues de mi coño, que palpitaba.