Un día cualquiera dominando a mi esclavo

Me pediste permiso para hablarme, y yo te lo di , allí mismo comenzó tu delirio. Le indique su ropa, y lo llevé hasta mi casa a cambiarse… Pasamos de largo aquella habitación que tan bien conocemos, y vi tu mirada de ansiedad, asustado y cachondo. Le puse un traje que tenemos, uno de tantos , era de látex entero.

Llegaste a mi lado dispuesto a complacerme. Le coloque un collar y lo arrojé al suelo, ese era mi sitio, él era mi esclavo y ahí debía estar siempre. Levantaste la mirada, y con el sonido de mis tacones pisando fuertemente en el suelo ,bajaste la cabeza inmediatamente.

Ya excitado, te arrastraste hasta mis pies deseando adorarlos, pero te rechace y dije eres un sucio no quiero tocarte.

Le rompí el traje de látex y le ordené que se metiera en la ducha. Até sus manos a la barra, tape sus ojos, y sintió el impacto del agua fría sobre su piel. Gritabas, te amordacé con ese juguete tan especial que yo tenía para que no pudieses cerrar la boca. Mi favorito gagball.

2ª Parte