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Alicia y Lydia, una historia dura | BDSM

1ª parte

Somos dos chicas de 30 años, bastante putas, viciosas. Somos amigas desde la infancia y hace varios años mantenemos relaciones lésbicas entre nosotras. Yo, Alicia, soy alta, pelo rubio, buenas tetas, culona y el coño peludo. Lydia, es pequeñita bastante atractiva, con tetas pequeñas pero firmes y duras, y un chochito depilado...
una historia dura de BDSM
 
 07/03/2022     18:29
 
ALICIA Y LYDIA, UNA DURA HISTORIA

1ª Parte

Somos dos chicas de 30 años, bastante putas, viciosas. Somos amigas desde la infancia y hace varios años mantenemos relaciones lésbicas entre nosotras. Yo, Alicia, soy alta, pelo rubio, buenas tetas, culona y el coño peludo. Lydia, es pequeñita bastante atractiva, con tetas pequeñas pero firmes y duras, y un chochito depilado...

Todo empezó una tarde de domingo, estábamos solas en casa de Lydia sentadas en el sofá, fantaseando con la posibilidad de hacer sado, pero quién sería la dómina y quien la esclava? la conversación entre nosotras era cada vez mas fuerte y estábamos ya muy húmedas y cachondas. Lydia, no pudo aguantar más y sin decir ni una sola palabra se quitó los pantalones y las braguitas y separando los labios de su coño con las manos me ordenó:

- Cómemelo!! 

Me puse de rodillas agarrando sus piernas con mis manos ,empecé a lamer sus muslos con mi lengua, pero ella me tiró muy fuerte del pelo hasta que mi boca quedó a la altura de su coño, que comencé a lamer deleitosamente.. Yo iba alternando mis lamidas en sus labios vaginales con pequeños mordiscos en su clítoris mientras ella seguía manteniéndome firmemente sujeta la cabeza contra su coño y con un fuerte gemido se corrió en mi boca. Me obligó a incorporarme, tirándome una y otra vez del pelo, nos fundimos en un beso interminable. Cuando nos separamos me dio un pellizco en uno de mis pezones y me dijo; desnúdate y ponte a cuatro patas ahora vuelvo zorra. Rápidamente acaté sus ordenes...
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2ª Parte | BDSM

BDSM 3
BDSM light | Salió del salón. Incluso los pelos de mi cocho estaban mojados por mi propia humedad. Mientras oía a Lydia revolver por los cajones de su habitación, acaricié mis pechos y mi vagina, ya a punto de estallar. Me puse en la posición que me ordeno, separando mis piernas y viendo como mis grandes tetas colgaban hacia el suelo. Cuando regresó llevaba un látigo y una bolsa de plástico en la mano, puso la bolsa ente mis dientes  y montando a caballo sobre mi me ordenó que la llevara a su habitación. Podía sentir la humedad de su sexo sobre mi, mientras ella me cogía del pelo como si fuera unas riendas ,con su látigo me pegaba en el culo diciéndome:
-Más deprisa zorra! venga puta, deprisa cerda, deprisa!
 
Los golpes y la sumisión de aquella postura, me tenían continuamente al borde del orgasmo. Cuando por fin llegamos a su habitación, se bajó me quitó la bolsa de la boca y susurrándome al oído me dijo; sube a la cama, mientras me retorcía muy fuerte el pezón. No paraba de pellizcarme el culo y me decía: 

- Zorra! la última vez que te corres sin mi permiso.
 
Con unas medias ató mis muñecas y tobillos a las patas del mueble y vendó mis ojos con un pañuelo, se puso de pie entre mis piernas y comenzó a jugar con el dedo gordo de uno de sus pies en la entrada de mi coño, mientras me decía:

- Qué mojada estas zorrita, como te gusta que te traten como a una puta esclava, tu coño parece una fuente perra!.
 
Necesitaba correrme pero tal y como yo estaba no podía, su castigo seria mayor...Por fin se apiadó de mi, ya se estaba cansando del juego mientras yo estaba al borde del orgasmo acercó su pie a mi boca y yo chupé mis propios fluidos vaginales, por último adoptó la postura del 69 hasta que las dos nos corrimos...me quitó la venda de os ojos, me desató y mientras nos besábamos me dijo...repetiremos zorra....
 
FIN 
 
 

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