Skip to content

BLOG & CONSEJOS

John el jardinero, mi novio sumiso y yo

1ª parte

En el pasillo que me lleva a La Habitación Dom, un armario empotrado en la pared con varias puertas, cuatro para ser exacta. Muy despacio abro la primera puerta del armario y la luz interior se enciende. Al fondo colgadas de la pared puedo ver mi colección de varas. Las miro y me recreo con el recuerdo de cada una de ellas.
John el jardinero, mi novio sumiso y yo
 
 25/01/2022     20:32
 
JOHN EL JARDINIERO, MI NOVIO Y YO

Mi novio es mi esclavo desde hace dos añitos y lo tengo tan dominado que cada vez que me place me enrollo con quien quiero, en este caso estoy manteniendo relaciones sexuales desde hace un tiempo con mi jardinero. Él es un chico alto, moreno, con un buen cuerpo de músculos marcados.

Una mañana, después de haber pasado toda la noche con mi jardinero, me preguntó si era verdad lo que iban comentando de que mi novio era sumiso. Le dije que sí. Me preguntó si podíamos hacer un trío en el que mi novio fuese un esclavo.  La idea me sedujo tanto que acepté sin pensarlo. Quedamos a las 23:00 en mi casa, fui preparando todos mis juguetes, baje al sex shop y me hice con unas esposas, un látigo y varios vibradores. Me fui a casa y preparé el ambiente, encendí algunas velas, bajé todas las persianas y puse una sábana roja en el suelo del salón.
 
Sobre las 22 llegó mi jardinero, mi novio aún no había llegado y aprovechamos para desnudarnos. Empezamos a calentarnos, empezamos a besarnos y acariciarnos, estábamos excitadísimos cuando llegó mi novio. Al entrar creo que se quedó un poco perplejo, toda la casa a oscuras, iluminada sólo por la luz de las velas. En ese momento me levanté, me acerqué a él y le susurré al oído:

-Hoy te tienes que portar bien, si no vas a saber que es una buena polla en tu culo, sé bueno con la visita.
 
A mi novio se le cambió la cara por completo, llamé a John, que así se llamaba nuestro jardinero, y éste con su cuerpo desnudo apareció por el salón, con la cadena en la mano se acercó a mi novio y se la puso en el cuello diciéndole:

-Sé que eres una puta, me lo ha dicho tu ama así que conmigo no te rebeles, pórtate bien o sufrirás las consecuencias, y... no me gustaría hacerte daño.

Mi novio con voz temblorosa le respondió:

-Sí amo, lo que usted ordene.
 
Arrastrando a mi novio como si fuese un perro lo lleve hasta el cuarto de baño, y allí le ordené que se pusiese el traje de criada:

-Ahí tienes tu ropita. John quiere que seas su criada, pero no te pongas ropa interior.
 
John y yo mientras esperábamos a la putita, nos besábamos y acariciábamos. Nos dimos cuenta que tardaba mucho,  yeso nos hizo enfadar, sobre todo a John el cual cogió una fusta y se fue para el baño a buscar a la puta criada. Abriendo la puerta de un golpe se fue hacia la putita y le ordenó ponerse a cuatro patas como un mísero perro y dejando su culo al aire empezó a castigarlo de manera brutal, John lo agarró de la correa y lo sacó al centro del salón. Pude notar como la polla de John había aumentado de tamaño de una manera increíble, me acerque a él y pasando mi mano por su pene le dije:

– ¿Estas cachondo?
 
A lo que él respondió:

– Sí,  y con ganas de meter mi polla en este culito.  Pusimos a nuestra putita con las manos atadas y con las esposas en respaldo de una silla, dejando su culo en pompa todo para nosotros.
 
Me ofreció la fusta, la cual agarré y cuando me dirigía a azotar a nuestra putita, John me detuvo, se dirigió a la boca de mi novio y le metió su polla en la boca mientras le decía:

– Cuídala y dame placer, nada de rozarla con las dientes, sino ya sabes lo que te espera.
 
Cuando él empezó a mamársela a John yo empecé a castigar primero sus nalgas suavemente, pero John no me dejó y me gritó que castigara duramente las nalgas de esa putita y así lo hice,  lo azoté fuertemente sin contemplaciones viendo como su polla tomaba un tamaño considerable, veía como a pesar de su dolor y de sus lágrimas se excitaba, fui intercalando los azotes con metidas de mis dedos en su culito cada vez metía más hasta llegar a introducir 4 dedos, vi como de su polla salía una gotita de semen. Me acerqué a su oído y le dije:

– Sabes que aún no te puedes correr, no? si no ya sabes lo que te espera.
 
Él se contenía y veíamos como sufría, fue entonces, cuando súper excitada me acerque a mi jardinero y empezamos a besarnos y a acariciarnos, John deslizó su mano por mi ombligo introduciéndola por mis braguitas, las cuales fue bajando poca a poco mientras introducía sus dedo en mi coño. Yo fui bajando mi mano hasta alcanzar su polla, la cual estaba dura, parecía que el cuero de sus slips iba a estallar, la deje salir, quedando ante mi una inmensa polla, gorda y gruesa como nunca había visto alguna.
 
Lo coloqué en posición semi flexionado con el tronco para delante dejándome su culito abierto y preparado, le junte un poco de crema y poco a poco le fui introduciendo un consolador de casi 24 centímetros, sentí como John gemía de placer y su miembro más crecía, fue entonces cuando John embistió a nuestra putita por detrás casi sin que se lo esperara. Mientras John lo embestía una y otra vez cada vez con más fuerza yo me situé delante de ellos me tumbé en el sofá boca arriba, levante las piernas, unté un poco de crema en el orificio de mi culito y poco a poco fui introduciendo un vibrador el cual taponé una vez estuvo dentro, estaba a cien y me coloque debajo de nuestra putita metiendo su polla en mi coño fue así como los tres quedamos unidos John enculando a nuestra putita y con el culo aprisionado por un vibrador, nuestra putita embestida por John y con su polla dentro de mi, y yo llena con la polla de nuestra putita y con un vibrador en mi culo, llegamos a un orgasmo increíble como nunca habíamos tenido, gritamos y gemimos hasta la saciedad.
 
Una vez nos corrimos  desatamos a nuestra putita la cual cayó rendida al suelo y John y yo nos fuimos a la cama donde nos corrimos una y otra vez....
 
FIN 
 
 

Deja un comentario