La cafetería estaba llena solo había una mesa libre, y al mismo tiempo que entraba yo entraban también dos mujeres, una tendría sobre 30 años y la otra rondaba los 35, el caso es que era la única mesa libre que había en el local y les propuse sentarnos los tres en la misma mesa, ellas aceptaron mi proposición y se sentaron una a mi lado y otra al otro.
Yo había comprado esa mañana el periódico, y me puse a leerlo, ellas me dijeron que iban un momento al baño, tardaron en volver unos 10 minutos, yo pedí un café y una botella de agua mineral, ellas se pidieron dos cafés con leche, mientras leía el periódico, note como la mano de una de ellas se deslizaba por mi muslo, mientras hablaba con la otra, se cruzaron una mirada y la otra empezó también a pasar su mano por el otro muslo. Yo notaba como se me ponía dura, entonces una de ellas me propuso ir a su casa, vivían a unos cincuenta metros de la cafetería, les dije que por mi de acuerdo. Me dijeron que con ellas vivía otra amiga y si me atrevía les dije que podría intentarlo.
Llegamos a su casa era un piso pequeño, tenía dos habitaciones en una de ellas había una cama, un armario y un espejo, en la otra había un gran sofá y como una especie de reclinatorio.
Me dijeron donde estaba el baño para lavarme, la amiga que se había quedado en la casa se ofreció a lavarme a lo que no me negué, me hizo una limpieza insuperable, también me lavó bien en el ano cosa que en principio me extraño, luego me acompañó hasta la habitación invitándome a desnudarme mientras ella se lavaba, apenas tardó cinco minutos.
Entró en la habitación, llevaba una falda no muy larga ni corta más bien de tipo medio la invite a quitársela, me dijo que cuando estuviéramos los cuatro, se la quitaría, se sentó en la cama y me pidió le acercara mi polla, que estaba dura, a la boca, así lo hice, empezó a chuparla despacito, pasando su lengua por la abertura del glande y recorriéndola de arriba abajo, lo cierto es que no tardé mucho en correrme, entonces me dijo que descansase, para seguir luego.
Me tumbé boca abajo intentando descansar un poco, a los pocos minutos entraron las tres amigas, dos de ellas se sentaron en la cama a mi lado, y me preguntaron ¿te animas a seguir? les dije que estaba dispuesto y que habrían de trabajar un poco, para que la cosa se animara, me dijeron no te preocupes, entonces se quitaron las braguitas, y me invitaron a meter la mano bajo la falda, grande fue mi sorpresa, tocaba algo duro y grande, bajo aquella falda,.
Le dije que si se la podía quitar y así lo hizo... debajo de la falda había una enorme polla, dura y en plena erección, me dijo no te preocupes, verás como te gusta, inmediatamente se quedaron las tres desnudas, las tres eran travestís con grandes pollas.